El de María Amparo Casar, no es el único caso de privilegios del pasado.
POR: Carlos Pozos (LORD MOLÉCULA)
Domingo 12 de mayo, 2024.
El caso de corrupción de María Amparo Casar, presidenta de “Mexicanos contra la Corrupción”, destapó la cloaca en Pemex, pues ahora se sabe que valiéndose de relaciones de poder, ella logró una eterna y millonaria pensión por parte de Pemex, tras la muerte de su esposo a la que de suicidio la hizo pasar por accidente de trabajo; pero a este caso se suman por lo menos 60 pensiones que durante décadas han favorecido a igual número de familias en las llamadas “pensiones de privilegio”.
De acuerdo con Pemex, esta empresa de los mexicanos paga más de 25 mil cuentas por concepto de pensiones y rentas vitalicias a esposas e hijos de trabajadores ya fallecidos.
Datos oficiales indican que por lo menos 60 familias obtienen pagos privilegiados, que ascienden a 120 mil pesos mensuales, las más modestas, hasta 182 mil en algunos casos, esto con base a los datos de la Plataforma de Transparencia misma que revela que esto representa un desembolso anual de aproximadamente 104 millones de pesos. La anterior cantidad no contempla el pago de otras prestaciones para las familias de los finados.
La revelación que en días pasados hicieron el presidente de México Andrés Manuel López Obrador y el titular de Pemex, Octavio Romero, sobre las anomalías en el caso del fallecido Carlos Fernando Márquez Padilla García, quien durante el gobierno de Vicente Fox se desempeñó cuatro meses como coordinador ejecutivo de la Dirección Corporativa de Administración de Pemex; asunto que viene a revelar un sinfín de casos que ponen de manifiesto al corrupción que imperó en Pemex, convirtiéndola como ya lo decían la “caja chica” de la clase en el poder.
En el caso de María Amparo Casar, se demostró que contrario a lo que afirmó ella tenía conocimiento de que su marido se quitó la vida, según consta en actas periciales de la Fiscalía, aun así, se valió de sus amistades en la secretaría de Gobernación en el sexenio de Fox, para acceder a una pensión y un pago de seguro que no le correspondía y que hasta diciembre de 2023 ascendió 4 mil 115.78 pesos diarios, lo que equivalía a 127 mil 500 pesos mensuales, o bien a aproximadamente un millón 531 mil pesos anuales.
La analista política y directora de la asociación “Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad”, María Amparo Casal también logró que con dinero del erario público, es decir de todos los mexicanos, sus hijos tuvieran becas al 100 por ciento para cursar sus carreras en universidades privadas.
Los parámetros para considerar el pago de pensiones en Pemex son la tipo A, a 100 o 90 por ciento del sueldo del finado al momento de su deceso; B, por ocho años, a 80 por ciento; C, las vitalicias, cuyo porcentaje se medirá de acuerdo con los reglamentos aplicables, y tipo D, donde el porcentaje para el cónyuge debe ser 80 por ciento y 10 por ciento para cada hijo registrado como derechohabiente.
En consecuencia, la de Amparo Casar es una de las más altas pensiones, siendo la que cobra la viuda de Ricardo Palacios Calva, de 180 mil pesos mensuales, es decir 2 millones 183 mil pesos anuales, una de las más bonificadas. Seguida de la familia Marco Antonio Murillo Soberanis, quien tras 33 años de servicio dejó a su esposa una pensión de 181 mil pesos mensuales, equivalentes a 2 millones 174 mil pesos al año.
Y así sigue la larga lista, en la que sólo algunos “privilegiados” lograron obtener este beneficio, que se paga con el dinero que aporta el pueblo, y que seguramente casi ninguno de ellos verá tanto dinero junto, en toda su vida.